Un elemento que integra el perfil de quienes egresan de la carrera de filosofía es poseer las capacidades suficientes para ejercer la docencia, fundamentalmente en el nivel medio superior; por ello, el curso tiene como propósito comprender la problemática educativa contemporánea, signada por cambios globales que impactan en los modelos y fines de la educación, en todos sus niveles y modalidades y por tanto en el conocimiento y en sus formas de gestionarlo; de ahí la importancia de la didáctica en la enseñanza de la filosofía, con el objetivo de diseñar las estrategias y articular las propuestas teóricas y prácticas en los procesos de enseñanza-aprendizaje sobre los contenidos filosóficos y propiciar en el estudiante que se inicia en la filosofía, la capacidad para pensar críticamente.

La didáctica implica, necesariamente, la planeación rigurosa de las actividades escolares por parte de los docentes, con el fin de propiciar que los estudiantes tengan aprendizajes significativos y generen formas críticas de pensar la filosofía. Por ello, los docentes requieren no sólo el dominio de los contenidos propios de la materia, sino comprender los diferentes procesos de enseñanza-aprendizaje, mediante el conocimiento y la aplicación de la metodología que ofrece la didáctica.